Entonces lo entendí, no solo tu habías cambiado, yo también. Lloraba por que te confíe mi vida y porque ahora me incluía en aquel vergonzoso hecho de ''las personas que cambian''. Porque uno valora al otro cuando el otro, no está.
UNO PIENSA QUE ESTARÁ SIEMPRE.
UNO PIENSA QUE ESTARÁ SIEMPRE.
Es cierto, valoramos a las personas cuando ya no están.
ResponderEliminarEs una lástima, no debería de ser así!!!!
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/